
El principio. Año 1967.
Era en aquella antigua Escuela, al lado del Parque del Retiro, con aulas pequeñas de bancos corridos de madera, estrado para el profesor y pizarra grande que ocupaba todo el frontal.
Una tarde rompiendo la habitual monotonía, aparecieron por las puertas unos carteles pequeños pero sorprendentes. En ellos se convocaba a los interesados en formar parte de una nueva Tuna, a ponerse en contacto con José Miguel Villar Padín (singular e interesante personaje que no sabía ni tocar el triángulo; fue magnífico jefe y abanderado).
Ese fue el primer paso y aunque por entonces lo de la Tuna en la escuela sonaba a chino, se produjo una respuesta suficiente.
Un grupo de alumnos, entre los cuales me encontraba, con aficiones musicales y ganas de vivir algo más que la áspera tarea de aprobar el curso, pusimos nuestro empeo en que este "proyecto" saliera adelante.
No fue fácil, cuando en una primera instancia nos acercamos al vigente Director, de cuyo nombre no quiero acordarme, su contestación muy al sentir del pensamiento dominante de los santones, fue: "no quiero ver el nomre de la Escuela mezclado con asuntos poco serios". ¡Qué equivocado estaba!... años más tarde con la Tuna ya consolidada, formó parte del Jurado de un concurso de Tunas en la Plaza Mayor, en el que participamos. ¡Vivir para ver!

Pero en honor a la verdad he de decir que el resto de ilustres Directores de la Escuela, así como numerosos Catedráticos con los que convivimos tuvieron hacia la Tuna no sólo apoyo sino lo más importante, aprecio y cariño.
El proyecto salió adelante y conseguimos en parte lo que pretendíamos buscar: el lado humano y divertido de nuestra carrera. Lo demás es historia llena sobre todo de amigos, música y alegría, cuya culminación en esta etapa fueron dos viajes a EEUU, con el título casi en el bolsillo, durante el curso escolar y tocando en Colegios y Universidades, desde Nueva York hasta Hawaii.
Y lo más importante, el espíritu continúa y con renovados ánimos, la antorcha que encendimos hace tiempo sigue su curso y en buenas manos.
¡Aupa la Tuna de Caminos!
Benito Vidales ("Abraxas")
Tuno Fundador


Pequeña historia de la canción "Tuna de Caminos"
Durante el curso escolar 1968-69, habiendo cumplido nuestra Tuna sólo un añito de edad, pensamos los pioneros que era ya momento de tener un himno propio, como tenían los de Farmacia, Medicina, Derecho... Siendo yo a la sazón el directod musical del grupo, no tuve más remedio que comprometerme a componer la música si se me proporcionaba una letra (algo que tan mal se me ha dado siempre, lo de las letras). Alguien pensó inmediatamente que, dada la fama del ilustre profesor de Sanitaria Don José Paz Maroto como escritor y poeta, y siendo así que a varios miembros de la Tuna les estaba costando más de lo habitual aprobar su asignatura, podría ser buena idea, por varios motivos que no vienen al caso, ofrecer a Don José tan hermoso reto: escribir la letra para nuestro himno.
Así se hizo y el profesor aceptó encantado. En muy poco tiempo nos entregó el texto que sería la base de la letra definitiva del himno, yo de hecho musiqué sobre ese tecto original, no sobre el posteriormente corregido por nuestros compañeros Paramio y Pinito del Oro.
El himno se estrenó una noche de la primavera de aquel curso escolar y precisamente en casa de Paz Maroto aprovechando la Ronda que fuimos a dar a su hija Maria Asunción. A Don José le gustó mucho el resultado, fue una gran satisfacción para la Tuna que así fuera, y me es muy grato poder dejar hoy aquí constancia, de nuestro agradecimiento al entrañable profesor que tan amablemente nos dedicó aquellos versos.
Ni qué decir tiene que también fue un honor para mi componer la música de nuestro himno, música sencilla,
alegre y pegadiza. Tan pegadiza que ha trapasado fronteras, en Portugal la canta una Tuna que también ha hecho
de ella su himno, la llaman "Tuna de Padrelos", y en los EEUU la hemos oído cantar en colegios visitados en su
día por la Tuna de Caminos... En fin, queridos, a seguir cantándola, y no os perdais la historia de la letra
definitiva en el relato adjunto del insigne Paramio.
José L. de Andrés ("Josele")
Tuno Fundador
La letra del himno "TUNA DE CAMINOS" nace inspirándose en una poesía que nos había dedicado D. José Paz Maroto, ilustre vate, (además de catedrático de Sanitaria), de tan extensos y admirables recursos que fue capaz de dedicarle un soneto doble al Congreso de Polución de Aguas de Munich del año 1966.
Basándose en la letra de aquel soneto, primicia literaria dedicada a nuestra tuna y donde ya se hababa de la conjunción de música y hormigón, (y que espero que no se haya perdido, aunque por el momento no se encuentra), Juan Fernando González Galán (alias "Pinito del Oro" por sus acrobacias tocando la pandereta), y José A. Paramio Solís (alias "Paramio"), en una tarde en que se suponía iban a empollar "FUNDAMENTOS FÍSICOS DE LAS TÉCNICAS", decidieron dedicarse a tareas más necesarias, como era la materialización de un himno para la tuna, que ya llevaba al menos un año en activo y todavía carecía de un elemento tan fundamental.
Por lo que, basándonos en los dilemas a los que nos veíamos sometidos diariamente por las responsabilidades académicas y en las vivencias habidas en alejadas latitudes septentrionales, que ya se iban acumulando en el curriculo de nuestra amada Tuna, a altas horas de a madrugada y después de muchas cervezas, vinos, algún que otro bocata (no existía Telepizza) y, naturalmente, los necesarios y justos cubatas de GIN LARIOS, quedó pergeñado el que, con el beneplácito (y alguna crítica de algún listo, claro) del resto de los cofrades, se convirtió en el himno de la TUNA DE CAMINOS, que a continuación se transcribe tal y como se parió.
Es necesario aclarar,para dar a cada uno lo suyo, que se han admitido dos "añadidos" que ahora son
indisolubles con la composición primigenia. El primero, que se debe a Pepe Quereda, es el añadido de nuestra afición
por las suecas en la segunda estrofa,
a la que completa, ya que ese era el caso real y práctico en aquellos momentos, y el segundo, que se debe al divino
Paco Sanchís (alias "El Bacilo"), y que termina el himno de forma tan terminante como gloriosa.
Evidentemente, con éste final hubo una censura total en la mayoría de los ambientes "oficiales" donde
se actuaba, por lo que, para quedarnos a gusto y terminar como se debía, se recurría a todo tipo de trucos,
desde la pronunciación ininteligible de las dos primeras frases, hasta su, hay que reconocerlo, supresión total
en algunos de los citados ambientes especialmente "conflictivos". Pero siempre nos quedaba el ¡¡Que se acaba
el mundo!!, para sorpresa de los oyentes que advertían que allí faltaba algo. A ellos, que nosotros lo habíamos
bordado, aunque fuera "in pectore".
José Antonio Paramio ("Paramio")
Tuno Fundador


...La continuación: Año 1984
Dentro del gran numero de actividades culturales que se desarrollaban, allá por los inicios de los años ochenta, en la Escuela de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de la UPM, como eran entre otras, conciertos, teatro, el nacimiento de la informátivca y la electrónica, rugby, fiestas dominicales, el mus y el futbolín, un grupo de estudiantes nos dimos cuenta que entre todas faltaba la mas estudiantil de todas las posibles, es de cir, la conjunción de la mñusica, el buen humor, las ganas de pasarlo bien, y si se podía las mujeres.
Nos referíamos obviamente a la Tuna de Ingenieros de Caminos.
Nos decidimos a hacer renacer la llama de lo que había sido una de las tunas con mas renombre, fama e historial de la universidad mundial. Comenzamos pues a reunirnos los sábados por la tarde en la secretaría de la escuela, después de comer, a la hora de la película, y decidimos buscar a algún antíguo tuno de Caminos de la época anterior y de algunas otras tunas que nos enseñara a cantar el Clavelitos. Depués del ensayo, esos sábados acábamos por la noche en el Madrid de los Austrias pasando la pandereta a los turistas para pagar las enseñanzas de aquel tuno, y poder refrescar las gargantas después de tan dura tarde sabatina. Comenzamos las andanzas por lo colegios mayores femeninos de MAdrid y almenos conseguíamos acostarnos todas las noches... sin pizca de sed.
Fuimos invitados al Congreso Nacional de Tunas que se celebró en Salamanca en el año 1985, y asi comenzó a renacer la Unica, la Verdadera, la que Construye las carreteras y que después durante tantos años tanto contribuyó al desgaste de las mismas con miles de kilómetros que hemos recorrido por toda España, Europa y América. Poco a poco llegamos a tener un local propio en la escuela. Un minúsculo cuarto en las catacumbas, sin ventanas, junto al laboratorio de Cálculo Numérico y al Museo Torres de Quevedo. Y empezaron a verse por la escuela de gente tan formal, elementos extraños vestidos a la antigua usanza de los estudiantes renancentistas, empezaron a escucharse ensayos, algún que otro gallo, y sobre todo risas, muchas risas.
La Tuna de Caminos creció, y llegó a ser una de las Tunas mas reconocidas en toda españacon
multitud de premiosen inumerables certámenes y concursos a lo que éramos invitados, con
presencia en todos aquellos eventos donde se requiriesealto nivel musical, de elegancia y distinción
en las actuaciones, y de la clase y el porte que la gente de Caminos siempre
ha sabido imprimir a su buen hacer.
Raúl Pérez Fuentes
Luciano Hidalgo Salas ("Lucky")


Año 2003
Quizás por el tiempo pasado en esta escuela y el tiempo que posteriormente vivimos la mayoría de nosotros ligado a las prfesión, la Tuna de Caminos tiene un sentido muy especial para todos: estamos celebrando este 2003 el Bicentenario de la creación de la Escuela de Caminos Canales y Puertos. Nosotros , desde lo que mas nos gusta hacer, hemos querido brindar un pequeño
homenaje, a todas las personas que han hecho posible estos 200 años de profesión
esta vez, de modo cultural.
Internamente, es también un honor rendir homenaje con este trabajo, a todos los que
han formado parte de nuestra Tuna a lo largo de los años. Gracias a su historia, han
hecho posible la nuestra, en resumen, la de todos. Os estamos muy agradecidos y
no hemos encontrado mejor forma ni mejor pretexto para hacerlo, que ésta.
Gracias a todos por estar ahí.
...Y como es normal en este tipo de asuntos ha llegado la hora del "hasta luego", no
sin antes soltar el ya clásico, socorrido y necesario sermón de "agradecimientos" a
todas las personas que han colaborado de forma activa en la criatura. Esperamos no
olvidarnos de nadie, auqnue seguramente nos dejemos injustamente a alguienpor el camino. Por seguir un orden lógico, empezaremos por los "Músicos: Gracia spor su paciencia y tiempo en especial a Mudito, Amedio, Rodaballo, Gallina, Trompetín, Tacatá... (para el próximo hay que ensayar mas eh); a las "Voces"... que riqueza: hemos cantado con todo tipo de resgistros, que cantidad de dinero invertido en pacharán pa'ná, si no hacía falta... Los "Solistas", porque son varios: la pena es que el principal haga sombra los otros dos: Camionero y Cigüeño, que cuando no está Luciano, son los dos mejores... y alguno por ahí que es discreto y no se quiere destapar aun, ¡eh Wally!... Mención especial a Luciano, pues sin su sentido muscial y apoyo constante no hubiera sido posible tanto y tan bueno, gracias. No hay que olvidarse de Calígula, aparte de figura con su acordeón, compone, y ha sido uno de nuestros mejores líderes instrumentales desde la última etapa. Hay otros dos peronajes dignos de mención: el Desviaó, sufrió los comienzos y artista de muchos arreglos, y Rodaballo , actual jefe: aunque se quema dia si y dia también... gracias, porque se ha tragado la parte final del CD, sin duda la mas ingrata. Mencionar también a Arritmio, que siempre está enredando cuando se le necesita, ¡Que dure!, Capi, el jubilado eternamente activo, también que dure. Simanimo también ha participado en este disco, gracias. Gracias a Josele por sus aportaciones "top-secret" y por la gestión de parte de la literatura de este CD, a la Gallinita, por sus permanetes ganas de hacer Tuna, a Orteguita, por su caramelito y su ritmo; a el Pajero, que ha hecho ricos a los vendedores de rodilleras... ; al Turri y Plácido, eternos acoplados, siempre bien recibidos; a José María Moll, nuestro maestro de ceremonias en el estudio de grabación ¡La paciencia que tiene! y a Gemita, nuestra asesora y directora gráfica; a la Tuna de Económicas de Sevilla por sus arreglos en las "Habaneras de Cádiz; a todos aquellos bares donde hemos ensayado


inumerables tardes, a todos los compañeros de otras Tunas con los que hemos compartido e intercambiado "experiencias"; a todo el personal de la Escuela, Cafetería y Servivio de limpieza ( ellas saben porqué) a todos sus alumnos y profesores que nos soportan; y muy especialmente a todas aquellas mujeres a las que hemos rondado durante todos estos años y a todas aquellas que ahora son nuestras muejeres, novias o bichos varios, gracias por vuestra paciencia; a nuestras madres , eternas costureras de escudos... y a otros muchos en general. Esta es nuestra historia. Gracias.
Edelmiro Rúa Álvarez
Tuno honorario
Director de la Escuela
Es para mi una satifacción, como Tuno Honorario y como director de la escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, dedicar unas breves lineas a la Tuna de Caminos , la "Andariega".
En el año en el que la Escuela cumple sus doscientos años de andadura, parece obligado citar la fecha de construcción de la Tuna y aunque es seguro que se remonta a " la noche de los tiempos", en el archivo de la escuela no existe constancia de que Betancourt fuera uno de sus primeros tunos.
Si leemos la contraportada de un viejo LP grabado por la Tuna de Caminos a principios de los años sesenta tenemos el dato que nos faltaba:
"Nació una noche cualquiera un año cualquiera... Naci´ó en una buhardilla sobre la Plaza Mayor, el calor de cuatro jovenzuelos y medio, reunidos alrededor de una decadente mesa, en cuyo centro, esparcidos, desafiantes,... varios tomos grises,... hormigones, conglomerantes hidráulicos, materiales metálicos,..."
Por esta Tuna han pasado muchos alumnos de la Escuel, alumnos que ahora como ingenieros de Caminos y que desde sus actuales labores profesionales siguen recordando sus años "tunos" y nos recuerdan a todos que en esta "casa" no estodo hormigón o metálicas y que la alegría y el buen humor es una fantástica forma de superar la "carrera de obstáculos" que supone la carrera. Para finalizar quiero felicitar en nombre de la escuela a todos los tunos "antiguos", que ha hecho posible esto, mis mejores deseos para ellos y la petición de que creen la "cantera" necesaria para que según terminen su carrera y nos dejen, la Tuna de Caminos nuestra Tuna "la Andariega" pueda seguir su andadura.
